
Critica de Darkest Hour

Película: Darkest Hour (2017)
Dirección: Joe Wright
Guion: Anthony McCarten
Reparto: Gary Oldman, Kristin Scott Thomas, Lily James
Stephen Dillane, Ben Mendelsohn
Puntuación: 8
Pocos días después de convertirse en Primer Ministro, Winston Churchill (Gary Oldman), debe tomar una difícil decisión. En pleno avance de las tropas nazis por toda Europa Occidental, cuando la amenaza de invasión es inminente, tendrá que elegir entre luchar contra Hitler o aceptar el acuerdo de paz que éste le ofrece pactar. Esta se va ser la linea que nos plantea un filme, soberbio y magistralmente bien realizado, con momentos de una tensión que es son sus puntos claves.
El director Joe Wright, alcanza sus mejores momentos con las secuencias que muestran los entresijos y el bullicio del parlamento londinense, si bien no consigue atrapar la fuerza de la figura política de Churchill, y no vemos en su retrato íntimo ni en sus relaciones personales esa parte mas humana que podía tener la figura. En este sentido, siento como muy desaprovechados los personajes secundarios como su esposa o su secretaria (Kristin Scott Thomas y Lily James, respectivamente). Por el contrario, sí demuestra un realismo soberbio en la lucha interna de su partido y sus precarias alianzas para evitar una claudicación ante en el nacionalsocialismo y, cómo no, la recuperación de parte de sus tropas de las costas francesas acudiendo a las embarcaciones civiles (la famosa Operación Dynamo).
A pesar de la presión a la que estuvo sometido, ya que su propio partido llegó a conspirar en su contra y el Rey Jorge VI (Ben Mendelsohn) era muy escéptico al respecto, la firme negativa de Churchill a aceptar la derrota, la rendición o un acuerdo de paz, sirvieron como inspiración a la resistencia británica. Durante los difíciles primeros años de la guerra, cuando el Reino Unido se quedó solo en su firme oposición contra la Alemania nazi, Churchill deberá soportar su hora más oscura, reunir a una nación, luchar por los ideales y la libertad, y tratar de cambiar el curso de la historia mundial llevando incluso la voz del pueblo al parlamento.
Hablando en líneas generales, es una película muy academicista desde en la forma en que nos lo cuenta, en su realización y en cuanto a montaje se refiere. No se asumen ese riesgos de otros filmes, se percibe una inmensa carga sobre los hombros de Gary Oldman como el gran atractivo de la obra; el es el cartel y el principal de la función, cuando lo que realmente importaría y debería ser la historia del personaje, uno desea sentir esa empatia o algo, siento que lo vemos muy frió e intocable, y de esa forma esta su fotografía, oscura, fría y misteriosa, su atmósfera nos invita a ver el por que el nombre de la película .
En verdad, el trabajo de caracterización es bestial si nadie te lo dice ni has leído nada al respecto, jamás dirías que es Oldman quien se esconde bajo las prótesis y el maquillaje ideado por el escultor Kazuhiro Tsuji, que le han supuesto entre 3 y 4 horas solo de caracterización antes de cada rodaje: un total de unas doscientas horas. Esto incluía la prótesis facial y capilar y un molde especial para engrosar su figura. Si además ves la película en versión original, opción muy recomendable, podréis ver hasta qué punto ha tratado de clonar a su homónimo real en lo que a dicción, pausas y tono se refiere, el trabajo de Gary Oldman es algo acojo nante, se sumerge de una forma que da miedo, tu te crees lo que ve de el y eso hace que el sea un actor de ese calibre.
Y, lastima que Wright no busque nada mas en la historia ya que como película sobre la Segunda Guerra Mundial es de lo más vacio, no vemos mas de lo que se ve o se oye en el parlamento… Como si no llegara a calar en el corazón del espectador aunque en efecto, lo pretenda, como la secuencia del metro, sin ir más lejos, está tan orquestada para buscar una emoción que se hace demasiado evidente y hasta sensiblera (casi manipuladora). La de su famosísimo speech en la radio tiene la retórica necesaria, pero no te pone el vello de punta como debería, no nos llega.
En suma, El instante más oscuro es una película muy recomendable, primero para ver la bestial transformación del señor Oldman, y segundo para conocer mas afondo lo vivido en el parlamento británico, es cierto no es lo mejor de su director, no le llega a su obra maestra como lo fue Expiación, pero si es un filme que te puede llamar la atención y disfrutar.
