
Crítica sin Spoilers de Sense8 Juntos hasta el final, último capitulo
Por Dionar Hidalgo, 12 de Junio 2018

Que podríamos decir, a la hora de escribir este detalle, de un final que cumple con lo esperado, pero no es perfecto y nos deja un sabor de cierre un poco forzado, es verdad el final es muy fan service. Pero esto que podria comentate lo podría hacer el mismo Lito Rodriguez o la analítica Nomi Marks junto su amor, o una Kala Dandeker, o la propia Riley Blue, así es el clan sensante volvió para un broche de oro pedido por los fans de todo el mundo. Y es mucho lo que podríamos decir o opinar.
Digamos que Netflix nos dejó atónicos a la hora de cancelar la serie, es verdad que los costos de cada capítulo era inmenso y que no tenía el nicho de éxito como se esperaba que tuviera, pero que nos dejara la historia inconclusa, eso no nos podía hacer, y gracias a la bulla y a las reacciones de muchos nos llegó lo que queríamos un final digno de contar.
Ok esto que voy a escribir lo hare de dos forma, como fan y como crítico, por que como dicen no todo es bueno y perfecto y aquí hay tela que cortar.
Primero vámonos a recordar los acontecimientos de la segunda temporada, por un lado nos encontramos con siete de los sensates reunidos para salvar la vida de Wolfgang, el octavo en discordia, que está preso en las instalaciones de la Organización de Preservación Biológica. Esta vez, sin embargo, cuentan con una gran baza: han secuestrado a Whispers, el maestro de las sacudidas que los había puesto en jaque capítulo tras capítulo, y pretenden utilizarlo como moneda de cambio.
Hasta aquí bien, pero hay un obstáculo esperando tras la puerta de entrada. Y es la profundidad que lleva Sense8 y cómo es costumbre de las Wachowski es que saben explotar las diferentes subtramas de sus protagonistas; como una bomba atómica durante los primeros compases de este especial de dos horas y media; y en cierto modo inevitable si querían que esto durara, lo que lleva a caer en un mar de confusión cuando intentamos recordar el porqué de esta o aquella rencilla, de esa o de la otra mirada, o de la relación entre algunos personajes que parecen un viejo amigo al que hace demasiado tiempo que no le dedicamos un rato. No habrá tiempo para detenernos a pensarlo: pausad, coged aire y haced memoria o el vendaval que está por venir nos sacara de la idea. Ese fue un punto que tiene a favor la mítica serie ya, que no solo nos muestra la línea temporal principal, sino nos llevara a ver las otras, que para las líneas secundarias son las que están más amarradas, la línea principal la sentí muy a favor de todo. Si bien un punto que siempre supo tener Sense8 fue de recrearse en diálogos profundos, en escenas de exaltación carnal y en una definición de humanidad tan libre y lujuriosa como los corazones de sus protagonistas.

Pero su exceso de costos fue su condena. Los desmesurados precios de producción, necesarios para explotar su ya icónico atractivo visual en ocho localizaciones tan alejadas en el mapa, llevaron a Netflix a replantearse la viabilidad de la serie. Pero ese no fue solo su problema, el plato principal de esto fue la audiencia necesaria para ocultar los números marcados en rojo que no llegó y, en parte, se lo debemos a su incompatible condición de ser una gran serie destinada a un pequeño público que no llegaba a pagar esos platos, si notamos en este capítulo, solo se filmó en dos ciudades y el costo no fue tan elevado como los otros anteriores.
Pero bueno, mi punto no es hablar de costos y del por qué, sino de que tal esta esté cierre y si cumple con lo que se quería… ok vamos a decirlo mi problema no es como se realizó, se nota la buena dirección como siempre, y la eficacia de montaje que con lleva una producción como esta, aquí no tengo queja alguna, la calidad que tiene sense8 siempre de primera, se nota que hubo una gran implicación por parte de todos a nivel técnico hablando.
Bueno, hablemos del arco narrativo, aquí es donde peca, por un lado nos ofrece algunos de los procesos más dolorosos a los que se puede enfrentar el ser humano en su condición como miembro de la sociedad, colocando como diana la siempre idealizada visión de la familia. Los lazos de sangre también traicionan. Y matan. Y destruyen todo aquello que creíamos ser. Pero cuando llegan las horas más bajas, nos ofrece una segunda mano en la que sólo brilla la esperanza, el amor y la fraternidad. Porque uno de los grandes mensajes de Sense8 ya estaba construido desde el principio: la familia también puede elegirse. Y, extrayéndolo de sus propios diálogos, “Amor vincit omnia”; el amor todo lo vence.
Ciertas decisiones narrativas, evitando un posible spoiler, flojean, y se tambalean tal cual marea en el caribe. Algunas surgen como palanca de arrojo que nunca logran integrar la idea que tenían formada, otras son simple comodín de un paso a otro, y los cierres de las tramas se notan forzadas y a favor de los personajes y no generan emoción, atrás quedo la gran calidad narrativa de la primera temporada, que era emoción tras emoción y el aire se te salía. Así que debo decir que el arco narrativo del final, es simple y todo busca un cierre forzado y fantasioso con respecto a lo formulado en los anteriores capítulos.

Lo que podría haberse convertido como una solución virtuosa, se salva con una escasez de riesgo que no calza con su tónica habitual. Un único disparo, certero y exagerado, con el único propósito de satisfacer a los incondicionales fans, hay que decirlo que no hay que olvidar, que este capítulo es hecho para los fans y por eso buscaron que sea lo más emocionante para ellos.
Sense8 se despide; un adiós a tres años de conexiones, lujuria y emociones. Tan exagerada, sensible y salvaje como siempre, pero también tan incomprensible por momentos. Una serie que, le pese a quien le pese, se ha sobrevolado por los límites de las producciones comerciales ortodoxas de una sensibilidad social única. No es para todos, ni pretende serlo, cuyo mensaje está destinado a un público que nunca se había visto tan representado.
