La carrera de mejor actriz del 2019, tiene una rasgo muy interesante y es que habían muchas actrices que bien podían competir por la gran estatuilla, con personajes brillantes y desafiantes que se quedaron en el camino;  y  el quinteto que logro entrar podemos ver a una actriz nueva y mexicana, a una diva del pop, a una estrella de la comedia que logro cambiar su registro y dejarnos boquiabiertos, y uno de los personajes más difíciles y emocionantes del año. Pero algo que destaca mas es la presencia de una  veterana actriz, que es una leyenda del cine y una reina de la actuación; pero que incluso en estos tiempos no tiene la corona más grande del cine, y que en su filmografía ha desafiado a todos, incluso debutar en la pantalla grande a los treinta y cinco años; y si esa mujer es Glenn Close.

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Gleen Close llega a la ceremonia del Oscar del 2019 como la gran favorita y  a su espalda su séptima nominación sin victoria.  Ya hace muchos años que logro su primera nominación por su primer film en su vida, y esa película es El mundo según Garp, basado en la adaptación de la novela de John Irving; luego de ahí vendrían dos nominaciones consecutivas; pero a finales de los ochentas daría el salto a las grandes ligas,  cuando protagonizó las dos icónicas películas que marcarían para siempre su carrera y dejarían huellas en el cine (Las amistades peligrosas y Atracción fatal) pero esos años tuvo que ver como Cher y Jodie Foster ganaban esos premios. Y de ahí pasarían años en volver a caminar una alfombra roja de los Oscar hasta en el 2012 por la película Albert Nobbs.

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Pero Gleen Close no se quedó ahí, de hecho ella dice que nunca se ha sentido como una estrella de cine, y para prueba de ello, fue una de las primeras grandes actrices que cedió cuenta que hacer Televisión era algo brillante y rentable, y es así como se saltó las normas no escritas de la industria y se pasó a la pantalla chica donde  protagonizo la Miniserie Serving in Silence por la cual ganaría su primer Emmy, y años después brillaría en la serie Damages de la cual ganó cuanto premio se le puso en el camino. También fue una de las primeras estrellas de cine  en alejarse de los reflectores para irse a hacer teatro a Broadway donde igualmente se ganó unos Tonys.

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Al margen de su carrera en el entretenimiento, también ha tenido tiempo para dedicarse a apoyar diversas causas sociales donde su imagen a acompañado diferentes  campañas relacionadas con el feminismo o el apoyo al matrimonio homosexual y, por supuesto, a combatir el tabú al que se siguen enfrentando los enfermos mentales desde su asociación Bring Change to Mind creada en 2010 después de que su hermana, Jessie Close, fuera diagnosticada con trastorno bipolar, y su sobrino, Calen Pick, con trastorno esquizoafectivo. Su poder como actriz de Hollywood le valido ser vocera y hablar fielmente sobre múltiples temas sociales.

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En The Wife regala una de las actuaciones más potentes y brillantes de su carrera, Close se carga primerísimos planos, donde no tiene diálogos y solo con una mirada o un gesto dice mucho, su nivel de interpretación es el reflejo de muchos años de trayectoria, que solo una actriz de la talla de ella puede forjar, hacer algo que parece simple y saber que es complejo es sinónimo de talento. Joan Castleman es, aparentemente, una esposa abnegada que ve cómo su vida se enfrenta a un terremoto después de que su marido sea declarado el nuevo Nobel de Literatura. Tal vez  que la dirección de Björn Runge sea básica, pero el show de Close es arrebatador.  Algo que tiene The Wife es que es un film que cala perfectamente en estos tiempos del #MeToo.

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Ser una reina de la actuación es sinónimo de recompensas, poseer los más grandes reconocimientos y saber que eres una maestra, y tener una trayectoria con grandes papeles, y Gleen Close cumple con todo eso, que a la hora de votar por ella, es no solo hacerlo por una gran interpretación, sino recompensar  lo que ella ha hecho en todos estos años.

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La verdad es que a nadie le molestaría ver a Glenn Close con un Oscar en la mano, su discurso de aceptación en los Globos de Oro, donde la favorita en suposición era Lady Gaga. Close ganó por sorpresa (su reacción parecía realmente genuina) donde aprovechó sus minutos en el escenario para marcar un antes y un después en la carrera con un sorprendente discurso en el que hizo un emocionante paralelismo entre The Wife  y la vida de su madre.  Momento épico que puso en pie a los asistentes y de ahí todos sus discursos han sido increíbles, y todos estamos emocionados por lo dira si logra subir al escenario….donde todos deseamos escuchar:

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“And the Oscar goes to…Gleen Close “

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