Cuando vemos un filme, como este, pensamos que cumple con lo que ese cine, maravilloso, mágico, que cuando entramos en una sala, nos hace despejarnos la cabeza, del día a día que nos rodea y nos sumerge en esa realidad fantasiosa y eso nos encanta, Paddington en su primera aventura ya nos había dejado claro, que era esa historia y no pretendía ser otra cosa.

Pues bien en su segunda aventura del oso parlanchín ya está felizmente integrado en casa de la familia Brown. Se ha convertido además en un miembro muy popular de la comunidad de Windsor Gardens. Su tía Lucy cumple 100 años y él tiene el regalo perfecto para ella: un maravilloso libro pop-up de la tienda de antigüedades de Mr. Gruber. Para poder comprar el libro, Paddington decidirá realizar una serie de extraños trabajos. Pero todo se complica cuando el libro es robado

Paddington dos es entretenimiento puro para todos los públicos. Una animación perfectamente realizada de un oso que realmente creemos que es real y que encaja perfectamente, como si siempre hubiera estado ahí, entre personas reales. Nos moveremos casi por todo Londres, y por su cárcel también, mientras vuela literalmente un filme que no decae en ningún momento y que brilla cuando Paddington cae en su dulce ingenuidad. Y, sin embargo, todas las puertas se le abren por su honestidad. Es en realidad una obra que no debe ser subestimada en absoluto, pues es brillante en su apartado técnico y emocional.

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Puede que el guion sea torpe y uno no logre entender las situaciones, pero no podemos negar que ese espacio de fantasía es lo que la hace única y tierna, que nos riamos con las cosas que ocurren; absurdas pero genuinas y con alma, su director Paul King, logra que la historia fluya y de la forma más natural, sin caer en los clichés baratos y tontos, aquí no va de eso, y él lo sabía, y por eso es que un filme como este se puede llevar muy bien.

En definitiva la película supone un entretenimiento honesto, ligero y tan tierno que es irresistible. Los gags son muy graciosos y los públicos la disfrutarán desde mayores y niños por igual; gracias al carisma que derrocha Paddington y al buen hacer, sobre todo, de Hugh Grant, explotando su lado más cómico en un villano caricaturesco que le va de maravillas. Y todos los demás están a la altura de la historia desde la tierna Sally Hawkins.

Una cinta muy recomendable, que vale la pena verla y más en familia, es cine bien realizado y con ganas de hacerte pasar un rato disfrutable, es cine que uno aprecia por sus valores y su calidad.