
Get out, Merece Ganar el Oscar a Mejor Película
Por Dionar Hidalgo, 03 de Marzo 2018

La ópera prima de Jordan Peele se ha convertido en el mayor fenómeno cinematográfico del año, viene de ganar el Spirit Awards, lo que la eleva en tres por tres, hay alguna razón de por qué no ganar ese Oscar a Mejor Película
Durante los últimos meses de los últimos años, la mitad de los titulares en los medios de comunicación americanos han consumado con la nota “en la era Trump” con cientos de titulares que habaln sobre el nuevo gobierno, como es por supuesto, “Get out” es la primera película de la era Trump. En este caso, Déjame salir, irrumpió en la cartelera en febrero cuando el mundo estaba empezando a despertar de la pesadilla y a asumir que el líder del mundo libre era un villano de sacado de cómic de Marvel o de DC.
Así que con todos los obstáculos que ha tenido que derribar Déjame salir llega con sus cuatro nominaciones a la noche más importante del cine (película, director, actor y guión):
Veamos unos putos, que la hacen interesante:
1. Es cine de terror una obra de género, lo cual no sucedía desde 2000 con El sexto sentido.
2. Se estrenó antes de los Oscar del año pasado, lo cual no sucedía desde 1992 con El silencio de los corderos.
3. Apela a la comedia sacartistica, lo cual no sucedía desde 2013 con Silver Linings Playbook.
4. Es una cinta hecha con cuatro millones de dólares, ni un cuarto de lo que costo Dunkerque o Darkest Hour

Con estas muestras Get Out, debería ser el patito feo de la fiesta (Este año es The Post) de esta carrera: ese participante improbable que lo es, ya que tiene todo en contra y que es razón por lo que precisamente ha despertado el cariño, la simpatía y el entusiasmo del público en general y académico.
Pero con todas estas razones la película de Jordan Peele está teniendo un problema, es que muchos hablan que no es una película de Oscar” y es ese prejuicio de los espectadores que consideran no digna. Pero por primera vez en sus 90 años de historia, la Academia de Hollywood ha ido por delante de la sociedad. Y están dejando ese título que a nublado por muchos años, creo que añas atrás la ganadora típica seria el Instante más Oscuro, pero no, ahora estamos viendo como esa idea social cambia, y la academia busca esas historia diferentes, de otra sociedad, historias que gusten más o que hablen de temas de minorías o reivindicaciones más humanas y es por eso que un filme como Déjame Salir a llegado con mucho mérito a este punto.
Pero este año algo paso, y fue mucho más notable, señales que ya se venían viendo en los últimos tiempos; que resulta que este ciclo, la categoría de mejor película está compuesta por películas que cualquier otro año representarían una cuota anecdótica: fantasía (La forma del agua), blockbuster (Dunkerque), adolescencia femenina (Lady Bird), amor homosexual (Call Me By Your Name), arte y ensayo (El hilo invisible) y terror (Déjame salir). No son sólo películas que cualquier otro año estarían nominadas a mejor guión y gracias por venir, son películas que cualquier otro año no estarían. Nadie las habría escrito. Nadie las habría financiado. Este año, el cine minoritario que cuenta historias de minorías se ha convertido en mayoría absoluta.

Y es Déjame salir, es todavía la minoría entre las minorías, y se establece como el baluarte cultural mucho más poderoso de esta edición. Hay que aceptar pertenecer a las minorías es mucho más difícil, porque tienes que dar el doble de esfuerzo para sobresalir, y es por eso que ha tenido que ser muy tan buena para haber superado todos esos obstáculos. Algo muy curioso es que es la segunda as taquillera de la terna de nominadas, obvio solo gana Dunkerque que es harina de otro costal.
Get Out no es una joya como lo es Phantom Thread, o muy académica como es Darkest Hour, pero si es la más representativa, la más notoria y es de esas películas que la puedes recomendar a cualquiera, no como otras.
Algo que tiene GetOut es su guión y la dirección del debutante, algo que la hace diferente con otras, su director construye, desde las situaciones casuales (Chris explicándole a su novia que, del por qué debería decirles a sus padres de que su novio es negro, ya que asumirán que es blanco) hasta las más chuscas (el suegro de Chris abriéndole el cráneo para trasplantarle el cerebro de un señor ciego blanco que ha pujado por su cuerpo) sin perder en ningún minuto de vista cuál es su narración: la experiencia negra.
Get Out apuesta por la sátira, la hace libre y fresca con todo el espacio del mundo para retratar situaciones que el espectador medio (blanco) no se plantea porque no tiene por qué planteárselas: explicar cuánto admiras a Obama durante los primeros 30 segundos de conversación con un negro o ponerte felina con un agente de policía que le pide la identificación a tu copiloto negro son gestos tan indulgentes como condescendientes que, sin ser explícitamente racistas, sí sugieren una discriminación porque estás asumiendo una postura distinta provocada por la raza de tu participante. Reacciones incómodas que nacen de la culpabilidad colectiva blanca americana y de la necesidad de aclarar que “yo no soy racista, ¿eh?”, cuando la mejor forma de demostrarlo es... no ser racista.
Este planteamiento ha supuesto trabas en la aceptación de Déjame salir en otras partes del mundo, ya que muchos no logran identificarse con los acontecimientos, pero si deja en evidencia como es la cultura Americana, y es una bofetada a todo su ideal de país libre, y cosa que quedo más que claro con las pasadas elecciones presidenciales. Y por ese mayúsculo punto es que Get Out se convirtió en el fenómeno que es, y termino con una taquilla abultada, con nominaciones al Oscar y cualquiera, Mejor Película y Dirección.
Por otro lado el filme de Peele, tiene de todo, drama, comedia, horror, terror psicológico hasta Gore, y lo acomoda perfectamente, lo que la hace compleja y fascinante. De lejos no es un film perfecto, pero si uno de los más llamativos del año 2017. Ha generado tanto impacto, que por eso después de más de un año seguimos hablando de ella, pocas películas pueden decir algo así. Lo que nos lleva a tener esperanza de que ese cine, diferenrente, raro o difícil, llegue a un premio como este, ya hubiera deseado ver películas como Good Time, o A Ghost Story nominadas, pero espero que ese cine pueda estar en un futuro y no lejano, si no cerca.