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Critica de On Body and Soul

Película: On Body and Soul (2017)
Dirección y Guion: Ildikó Enyedi
Reparto: Géza Morcsányi y Alexandra Borbély
Puntuación: 8

 On  body and Soul en teoría es  el regreso de la cineasta húngara Ildikó Enyedi, quien después de 18 años desaparecida cinematográficamente vuelve a la dirección con su quinto largometraje en el que, además, también es guionista. La cinta, nominada a los Oscar por Hungría en la carrera filme no habla inglesa, fue la ganadora del Oso de Oro en el pasado Festival de Berlín y del premio a Mejor Película en el Festival de cine de Sydney. 

La película da inicio con unas imágenes donde dos ciervos, alejados de la industrializada ciudad, viven en paz dentro de un hermoso espacio nevado donde es posible correr libremente o, simplemente, disfrutar de su existencia. Sin embargo, y contraponiéndose a esas bellas postales invernales, En cuerpo y alma nos arranca del frío del bosque para trasladarnos al también gélido matadero donde trabajan los protagonistas de esta historia.


Por un lado tenemos a un hombre  cincuentón divorciado con una parálisis completa en uno de sus brazos, que había olvidado tener pareja hace años, queda completamente cautivado  de una extraña mujer recién llegada, solitaria, con cierta fama de estricta, lo que tenemos es una fábula mágica que deambula entre la cruda realidad y los sueños. Los primeros minutos de la cinta  se centrarán en la primera toma de contacto entre los protagonistas y en cómo se desarrolla su extraña relación durante la cotidianidad que al mismo tiempo que, al acabar la jornada, se yuxtaponen las imágenes de los ciervos en el bosque. Sin embargo, un inesperado giro de guion provocado por un robo en el matadero y el posterior examen mental que se realiza a todos los trabajadores dará paso a una nueva película llena de sensibilidad (que no es lo mismo que sentimentalismo barato o chantaje emocional) que se va a focalizar sobre unos personajes entrañables, con sus barreras y su lucha por derribarlas.


Su directora, demuestra la importancia del cómo plasma con En cuerpo y alma su visión sobre el romanticismo consiguiendo en un  delicado relato sobre el dolor, la belleza de la vida y el amor. Curiosamente, somos testigos de cómo evoluciona la relación entre Endre y Mária en un terreno hostil como es su lugar de trabajo ( que por cierto contienen un par de tomas que han sido para mi las las escenas mas crueles, devastadoras, dolorosas y realistas que he visto en una película en mi vida) , en el que asistimos a las muertes explícitas de diferentes animales retratando cómo es de  efímera la existencia en la sociedad contemporánea, además de una clara denuncia a dichos episodios.

Entre los momentos más reveladoras en la cinta, creo que es esa  charla entre el protagonista y el recién contratado Sanyi (Ervin Nagy) sobre la importancia que debemos ver a los actos que se comenten en su nuevo trabajo respecto al trato animal, o la primera noche que los personajes comparten techo indagando qué experiencias ocurrirían en sus sueños compartidos si duermen juntos. Si algo tiene este film es que sin dudas son esos diálogos largos y pausados de los personajes que vemos para entender como son, y así entender esa atmósfera que nos crea el filme, que se siente mágico pero a la vez realista.  

En cuerpo y alma consigue que durante casi dos horas nos evadamos de la realidad para sumergirnos en su propio mundo, agridulce y con toques surrealistas. Si bien es cierto que en su tramo final podría haber sido más ligera, ya que su metraje se hace un poco cansado, pero en si  la resolución complace al emocionado espectador.

En una sociedad completamente sexualidad, la reflexión del amor que proclama la película no puede ser más acertada. Realmente, sufrí una conexión incomoda y pensante ante los hechos que veía.

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