
Critica de The Ouutsider

Película: The Outsider (2018)
Dirección: Martin Zandvliet
Guion: Andrew Baldwin
Reparto: Jared Leto, Tadanobu Asano, Rory Cochrane, Shiori Kutsuna y Emile Hirsch
Puntuación: 3
Netflix continúa imparable produciendo películas y sorprendiendo a los espectadores con su fascinante catalogo; “The Outsider” es la nueva cinta que la popular plataforma de streaming , pero fracasa a la hora de dar algo de calidad o digno, y se esta volviendo en la basua de las productoras caundo sabern que algo es malo o no va a pegar en cines, pues bien ahora nos traen un filme dirigido por Martin Zandvliet, conocido por su trabajo en filmes como “Land of mine, Jared Leto es quien protagoniza esta historia que el único objetivo es de presentar a la audiencia occidental convencional las características más básicas de la Yakuza.
El filme es ambientado en Japón tras la Segunda Guerra Mundial, Leto da vida a Nick Lowell, un soldado estadounidense encarcelado que comparte celda con un miembro de la Yakuza llamado Kiyoshi, a quien encarna Tadanobu Asano. Tras ayudar a su compañero japonés en una difícil situación, este le devuelve el favor liberándolo de la prisión. Una vez libre, Nick se dispone a ganarse su respeto y pagar su deuda mientras descubre el peligroso mundo del crimen organizado en Japón.
“The Outsider se centra en Nick como un “gaijin“ (término japonés referido a los extranjeros, normalmente de forma irrespetuosa) la presencia del personaje en cierto modo es algo inexplicable ya que Nick en la historia no es el mayor problema, su interpretación es vacía de expresión en un esfuerzo por parecer un tipo rudo y estoico que no resulta tan creíble como la gama de clichéscofrecidos al dar por hecho que el espectador no tiene nociones suficientes para entender este mundo criminal. De esta manera, el guion evita sumergirse en el pasado del personaje, convirtiéndole así en la definición más simple y genérica de un extranjero. Lo mas que sabemos es cundo aparece por unos minutos el personaje de Emile Hirsch y nos relata nada de información y esta situación con una persona de su pasado se vuelve de lo más evitable y tan solo logra transmitir aún más la percepción de personaje deshumanizado.
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Hay que aceptar que la idea de la trama es interesante pero el personaje de Leto podría haber sido más creíble si el actor hubiera ofrecido una interpretación algo más matizada que lograra empatizar con la audiencia, pero no lo logra; aunque su presencia en pantalla siempre es digna, el estilo tan minimalista e inexpresivo por el que opta en esta ocasión resulta ser de lo más aburrido. Nick es poco más que un recipiente vacío cuyo único lenguaje es la violencia. En contraste, casi todos los actores secundarios, sobre todo Asano y Kippei Shiina, encarnan sus roles de forma realmente convincente.
El punto más fuerte de “The Outsider” es su ambientación. La estética general está verdaderamente cuidada y los personajes parecen los yakuzas reales que vivieron tras la Segunda Guerra Mundial. Esto se debe a un diseño de producción y de vestuario impecables. Asimismo, los escenarios elegidos son perfectos para mostrar una rutina bellamente rodada del crimen organizado japonés de la Osaka de 1954, la fotografia es muy bien cuidada y es el punto mas fuerte.
Pero lo bello se pierde en todo el caos de la narración, el guion es deprimente, no hay un contexto historico que marque muy bien el desarrollo de la cultura Japones, se nota que los realizadores no tenian ningún interés en presentar la cultura más allá de los tópicos más impactantes a la vez que trillados de los yakuza es decir: tatuajes, espadas y cortes de dedos, no hay una cohrencia que impacte, o que su narrativa tenga sentido, te deja los temas botados de una toma a otra, como por ejemplo Nick mata a un hombre en una fabrica y no pasa nada, y tras de eso sale todo lleno de sangre, se monta en el carro, la escena cambia y Nick sale del carro todo limpio.
La moralidad dentro de la trama también representa un elemento de lo más confuso. Si bien los realizadores se esfuerzan por condenar la violencia de los yakuza, a su vez parecen alabar su código honor. El conflicto generacional entre Orochi, quien aboga por la colaboración entre diversas familias para garantizar mayores inversiones, y Akihiro, que prioriza la tradición y la familia, resulta algo desconcertante al ver el claro posicionamiento por este segundo.
Lo peor de todo es el único personaje femenino tampoco logra escapar de los clichés más superados del cine actual. Nick se enamora de la hermosa hermana de Kiyoshi (Kutsuna Shiori) y rápidamente se acuestan juntos. A pesar de que ella insiste en no necesitar protección, los enemigos no tardan mucho en amenazarla con violarla y pasar así a convertirla en la típica damisela en apuros esperando a ser rescatada por el valiente protagonista. No hay que ser un sabio para saber cómo acaba la cosa.
Algo inquietante es que no existe una base histórica para explicar cómo un estadounidense blanco es aceptado como yakuza en esa época. Ni siquiera el título, que indica claramente que la cinta se centra en un extranjero, llega a ser del todo acertado, ya que los propios yakuza son descritos en ocasiones con ese término al provenir en gran medida de comunidades marginales de la era feudal en Japón o por tener ascendencia coreana.
Realmente esta cinta es de lo peor de lo que voy viendo este año.
